domingo, 5 de diciembre de 2010

Setas venenosas, setas deliciosas

Una seta es respecto a un hongo lo mismo que una bellota respecto a una gran encina; es decir el elemento encargado de formar una nueva generación.

Cuando la espora de una seta cae en el suelo y las condiciones son las adecuadas, se forma un entramado muy complejo, el micelio, constituido por un gran número de hifas filamentosas.

En muchas ocasiones, basta con levantar la hojarasca caída sobre el suelo de un bosque para observar una maraña de hilos blanquecinos; eso es el micelio y aunque parezca desarrollarse de forma aleatoria no es así, ya que la espora original produce hifas que se alejan en todas direcciones, como los radios de una rueda. A una cierta distancia sobre cada uno de estos radios se puede formar una seta. El resultado será, pues, un conjunto de setas dispuestas en forma anular.

El primer año tal vez formen un grupo compacto pero en los siguientes se alejarán del centro y formarán el típico «corro de brujas» y, como muy bien saben los expertos, eso implica que cuando se encuentran en una zona dos o tres setas comestibles, hay que seguir la dirección teórica de la superficie del corro.

¿Existen las setas venenosas?
Unas pocas setas son mortales (cinco siempre y otras tantas en casos concretos), algunas provocan intoxicaciones graves, la inmensa mayoría no tiene ningún efecto sobre nuestro organismo, hay bastantes comestibles y, por supuesto, unas cuantas se consideran deliciosas.

El problema siempre es el mismo: ¿cómo reconocerlas y tener la seguridad de que la seta encontrada es un manjar cuyo consumo no supone peligro? La respuesta es sencilla: hay que tener unas nociones elementales de sus necesidades o preferencias ecológicas, ya que, por ejemplo, los níscalos nacen en los pinares, las setas de cardo dependen de los cardos para crecer, otras especies brotan únicamente en encinares y otras en choperas.

Sabido eso, un pequeño detalle a tener en cuenta es que las únicas setas realmente peligrosas tienen láminas bajo el sombrero; por tanto las que no tienen esas láminas pueden saber fatal o tener un aroma repulsivo pero nunca serán un verdadero peligro.

Posiblemente el género más interesante es el de las amanitas, ya que incluye tres especies mortales (A. phaloides, A. verna y A.virosa), una de las más tóxicas (A.pantherina) y otra alucinógena (la conocida A. muscaria que suele dibujarse como la casa de los enanitos).

Además de la seta más deliciosa, la A caesarea, considerada un manjar tan exquisito en tiempos del imperio romano, como para que sólo los césares tuvieran derecho a su consumo. Por fortuna, esta seta es inconfundible por su sombrerillo rojizo y el tono dorado de su pie y sus laminillas.

Victor Orlando Murillo Molina
Electronica del estado solido

No hay comentarios:

Publicar un comentario